La lucha encarnizada por el poder presidencial en España se está dirimiendo segundo a segundo en todo tipo de medios de comunicación y donde el mensaje político está siendo el protagonista esencial para ganar o perder adeptos.
La izquierda que representa José Luís Rodríguez Zapatero busca reelegirse por cuatro años más, mientras la derecha (una de las más ultra conservadoras de Europa y apoyada por los actuales gobiernos de Alemania, Francia y Estados Unidos) es encabezada por Mariano Rajoy.
“Vota con todas tus fuerzas” y “Las ideas claras”, son los eslóganes centrales publicitarios del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y del Partido Popular (PP), respectivamente.
Los debates cara cara o cuerpo a cuerpo en la televisión, radio e Internet centran la atención y la tensión política entre el electorado español que definirá su simpatía el 9 de marzo, sólo en diez días más.
Todos los sondeos, hasta de los medios más alineados con la derecha del PP, dan vencedor a Zapatero, incluido el debate de esta semana. El próximo lunes habrá un segundo debate.
La percepción generalizada es que, específicamente en el debate, no hubo un claro ganador ni un claro perdedor. En suma, hubo una especie de empate técnico, aunque insisto, todas las encuestas dieron el triunfo a Zapatero.
El primer debate, tras más de una década de no realizarse ninguno en España, los candidatos reflejaron una evidente falta de preparación para encarar este tipo de formatos político-electorales como se desarrolla de manera cotidiana en varias partes del mundo.
Incluso, el formato global televisivo fue aburrido, restringido en todos sentidos por sus respectivos equipos de campaña, quienes sin duda tenían temores fundados ante la falta de costumbre de sus políticos candidatos y de los medios (TV) para organizar y desarrollar debates.
Ambos candidatos reflejaron profundas carencias discursivas (para debates) y más aún una total improvisación en lo que se refiere a la comunicación no verbal. En resumen, derrocharon tensión corporal y sus mensajes políticos no tenían la intensión de quedar en la memoria del televidente o del que escuchaba la radio. No habían palabras o frases claves. Gesticulaban a la fuerza, etc.
Sólo un dato curioso más. Al final del debate, el candidato Presidencial por el PP, lanzó un discurso que independientemente de estar o no de acuerdo con su contenido, es muy similar al que alguna vez usó Felipe Calderón Hinojosa cuando era también candidato a Presidente de México y que se puede observar en elpais.com.
La respuesta es simple. El asesor de la campaña en cuestiones de medios de Mariano Rajoy es el mismo que tuvo en su momento Felipe Calderon, es decir, el español Antonio Sola.
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La izquierda que representa José Luís Rodríguez Zapatero busca reelegirse por cuatro años más, mientras la derecha (una de las más ultra conservadoras de Europa y apoyada por los actuales gobiernos de Alemania, Francia y Estados Unidos) es encabezada por Mariano Rajoy.
“Vota con todas tus fuerzas” y “Las ideas claras”, son los eslóganes centrales publicitarios del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y del Partido Popular (PP), respectivamente.
Los debates cara cara o cuerpo a cuerpo en la televisión, radio e Internet centran la atención y la tensión política entre el electorado español que definirá su simpatía el 9 de marzo, sólo en diez días más.
Todos los sondeos, hasta de los medios más alineados con la derecha del PP, dan vencedor a Zapatero, incluido el debate de esta semana. El próximo lunes habrá un segundo debate.
La percepción generalizada es que, específicamente en el debate, no hubo un claro ganador ni un claro perdedor. En suma, hubo una especie de empate técnico, aunque insisto, todas las encuestas dieron el triunfo a Zapatero.
El primer debate, tras más de una década de no realizarse ninguno en España, los candidatos reflejaron una evidente falta de preparación para encarar este tipo de formatos político-electorales como se desarrolla de manera cotidiana en varias partes del mundo.
Incluso, el formato global televisivo fue aburrido, restringido en todos sentidos por sus respectivos equipos de campaña, quienes sin duda tenían temores fundados ante la falta de costumbre de sus políticos candidatos y de los medios (TV) para organizar y desarrollar debates.
Ambos candidatos reflejaron profundas carencias discursivas (para debates) y más aún una total improvisación en lo que se refiere a la comunicación no verbal. En resumen, derrocharon tensión corporal y sus mensajes políticos no tenían la intensión de quedar en la memoria del televidente o del que escuchaba la radio. No habían palabras o frases claves. Gesticulaban a la fuerza, etc.
Sólo un dato curioso más. Al final del debate, el candidato Presidencial por el PP, lanzó un discurso que independientemente de estar o no de acuerdo con su contenido, es muy similar al que alguna vez usó Felipe Calderón Hinojosa cuando era también candidato a Presidente de México y que se puede observar en elpais.com.
La respuesta es simple. El asesor de la campaña en cuestiones de medios de Mariano Rajoy es el mismo que tuvo en su momento Felipe Calderon, es decir, el español Antonio Sola.
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