

El segundo y último debate televisivo así lo confirma. El conservador Mariano Rajoy, habría perdido abrumadoramente ante la falta de capacidad para construir mensajes claros y claves que despertaran el interés del votante indeciso.
Zapatero se presentó más fresco y con propuestas concretas que fueron descalificadas, una a una, por su oponente pero sin argumentos más que exponer recortes periódísticos que pretendían ofrecer contradicciones de Zapatero.
Rajoy fue muy demagógico y gritón, hablaba rápido y plano.
En atrevido resumen, se podría decir que Zapatero plantea una España plural y abierta a europa y el mundo. Rajoy, una España del siglo 18 que ve sólo hacia adentro, encerrada en sus fronteras y en su religión de la cruz grande en el pecho con la espada desenfundada.
Son proyectos abismalmente diferentes que identifica a la perfección la sociedad española y la comunidad internacional que somos todos.
*Las fotos pertenecen al periódico español Público
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